Ponte a pensar conmigo, hagamos una ecuación sencilla: tu oído solo capta un pequeño espectro de las ondas sonoras, tus ojos sólo ven una pequeña fracción de las ondas lumínicas y así con todos tus sentidos ordinarios. ¿Entonces tu comprensión de la realidad es parcial? Sí, una fracción de ella. Si hasta aquí me acompañas nos vamos adentrar en un mundo diferente donde las situaciones, las cosas, todo es energía en vibración, raro, pero no menos real. En este contexto tú también eres energía, luz, sonido, calor, magnetismo, electricidad. Emites energías, captas energías, acumulas energías, pierdes energías, por tanto tienes un sistema energético, el cual no está aislado y vive sumergido en océanos de energías en constante movimiento y transformación a los que te tienes que ir adaptando a cada instante como buenamente puedes.
Esta parte de la realidad de la que no tienes percepción con tus sentidos “normales” sigue existiendo igualmente y tú interactúas con ella aunque no quieras. Te modifica de tal manera que altera tus estados de ánimo, tu salud, tu entorno. Hay personas que tienen una sensibilidad diferente y les pasa que entran a un lugar y no se sienten cómodas y en otros parece que siempre estuvieron de tan a gusto que se encuentran. Con las personas pasa lo mismo, algunas nos gustan y otras no tanto. Todo esto no es sobrenatural, más bien por el contrario es muy natural. Cuando nuestro sistema energético se bloquea, se desvitaliza empezamos a sentir malestar, dolores de cabeza, incomodidades digestivas, estados de alerta que terminan provocando stress, dolores de espalda, mal humor, cansancio y otros síntomas. Cuanto más tiempo la energía no circule por todo nuestro sistema de manera adecuada más posibilidades de enfermar tenemos.
Llegados aquí y si mi explicación fue buena, ya entendiste lo que es un sistema energético y lo que es una dinámica energética.
Hay muchas maneras de trabajar el campo energético, pero básicamente consiste en limpiar, desbloquear, sincronizar, armonizar y reorganizar los diferentes cuerpos energéticos y los centros energéticos (chacras) de todo el sistema y restablecer la comunicación fluida entre ellos. Este trabajo directo sobre el sistema energético hace que se reequilibre y armonice, recobrando el fluir de la energía nuevamente.
Nos enfermamos de muchas maneras diferentes, no sólo nuestro cuerpo físico puede padecerlo. Cada síntoma es una llamada de atención de que algo en nuestro ser no está en armonía, si empezamos a escucharlo con atención nos dará las pistas de lo que nos está pasando. El conocimiento es el primer paso para que puedas encontrar otro camino que te haga más pleno aportándote armonía y bienestar.
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