Me gusta el contacto con la gente, la enegía, observo todo no me gusta perderme detalle. Yo veo energías, no situaciones. Desde pequeña
es así, por eso que me gusta ser terapeuta. Desde muy pequeña tengo una
percepción diferente de la realidad, siempre supe que había mucho más. Siempre
me he interesado por las cuestiones humanas: la emoción, los sentimientos, el
pensamiento, la memoria y su relación con el cuerpo, buscando incesantemente
respuestas a mis preguntas.
Todas estas inquietudes me llevaron al trabajo corporal y artístico desde temprana edad.
Deporte, danza y música fueron mis primeros pasos en lo que se transformaría en
la edad adulta en una manera de ser, estar y vivir dentro de una percepción de
una realidad mayor de lo que aportan los sentidos. Luego inicié mis estudios de
teatro.
Cuando entré en la adolescencia mis inquietudes era todavía mayores y
también mis preguntas. Me interesé por la enorme biblioteca de mi madre
psicoanalista. De Freud pasé a Jung, Reich. De ahí, me sentí libre para conocer
astrología, meditación, filosofía, mitología y todo libro que pasara por mis
manos que su contraportada llamara mi atención, hábito que no he perdido hasta
hoy.
Me he dedicado a lo largo de mi vida a estudiar esencias florales,
terapias energéticas, terapias regresivas, terapia espiritual, sanación, tarot,
psicología energética, medicina natural y un largo etcétera. En estos 25 años
de experiencia como terapeuta, profesora
y conferencista he visto, vivido y acompañado a muchas personas en su camino de
transformación personal y en la superación de sus dificultades, viendo estos
procesos concluir con éxito y con mayor rapidez que un tratamiento convencional,
sin efectos secundarios indeseables.
Sigo mi búsqueda uniendo los conocimientos
antiguos a los más modernos, buscando el bienestar, la salud y la armonía de la
totalidad del ser.
Motivaciones